Hacer del lavado de nuestro perro algo divertido y sencillo es fácil si lo consideramos una actividad gratificante más de las que habitualmente hacemos con él.
Cómo lavar a un perro es algo que no todo el mundo conoce o realiza correctamente y para muchas personas supone una tarea de limpieza más que realizar y por tanto un momento obligado. Lo educadores caninos y veterinarios recomiendan hacer de este momento una actividad lúdica desde el comienzo para tu mascota, de forma que, como parte de su aprendizaje, colabore y te haga disfrutar a ti también de este momento.

Si tienes un cachorro o has empezado con esta tarea recientemente enséñale el momento del lavado como un elemento de juego y relajante. De esta forma te ayudará mucho en la tarea y disfrutaréis en familia de ella. Si por el contrario tu perro ya no es un cachorro o no le gusta el lavado, lo recomendable es ir enseñándole paso a paso.
Para empezar a lavar a tu perro
¿Qué necesitas?
- Una cubeta de agua
- Champú normal para perros
- Cepillo para mascotas
- Una manopla de limpieza específica para tu perro.
- Una toalla absorbente.
¿Qué otros productos te proponemos?
Un albornoz de secado especial para perros es una solución eficaz, divertida y cómoda para tu mascota:
- Prolonga el secado y es muy práctico
- Evitas suciedad en la casa
- Es original y harás de lavar al perro algo divertido.
Lavar a tu perro paso a paso
Elige el lugar y el momento
- Escoge un momento de la semana que te venga bien. Intenta no improvisarlo
- Escoge un lugar de la casa adecuado para ello. Si por motivos de espacio solo puedes hacerlo en el baño o en la cocina acondiciona correctamente la zona para evitar suciedad y parásitos. Dependiendo del tamaño de tu perro puede ser mejor el plato de ducha o la bañera si posteriormente lo limpias adecuadamente.
- Si te gusta, puedes emplear música relajante que el perro irá asociando paulatinamente a ese momento de lavado. A parte os relajará.
Empieza con un buen cepillado
- Es muy conveniente porque avanzarás mucho en la limpieza del perro, a tu mascota le encantará y es más cómodo para tí. Muchas personas nos comentan que lo realizan después del baño, pero es menos aconsejable que esta práctica que os proponemos.
- El cepillado nos va a permitir que se eliminen los pelos muertos de nuestra mascotas, relajar al animal y eliminar restos de suciedad y parásitos que una vez húmedos pueden ser más difíciles de retirar a parte de que implicará mayor consumo de agua y mayor esfuerzo e incomodidad para nuestro pequeño amigo.
- El cepillado, además ofrecerá bienestar al animal, empezará a interpretar ese momento como agradable y tendrá mayor disposición a la larga hacia el baño.
Comienza a continuación el lavado
- Una vez que tu perro está correctamente cepillado, introdúcele en el plato de ducha o bañera o encima de una toalla grande si vas a usar una palangana.
- Utiliza agua templada habitualmente. Ni el agua fría ni el agua caliente son convenientes para lavar a tu perro. Con agua tibia, el proceso será más fácil y tu mascota no sentirá cambios bruscos de temperatura.
- Con el champú regular para perros comienza a extenderlo acariciando el pelaje del animal y evitando que entre exceso de agua o jabón en las orejas o en los ojos, ya que son zonas sensibles que debemos limpiar despacio y a parte.
- Aclárale con abundante agua hasta que no queden restos de champú y mientras sigues realizando un masaje en el pelaje de forma ahora más enérgica pero sin hacerlo de forma excesiva.
Seca a tu mascota correctamente
- Para un secado correcto primero deberemos eliminar todo el agua restante posible, de forma que nuestra mascota no salga «chorreando». Para ello basta con esperar a que tu mascota lo haga por si solo y ayudarle nosotros pasando la mano por las zonas más generales.
- Coge la toalla de microfibra superabsorbente especial para mascotas. Esta toalla tiene dos bolsillo donde puedes introducir tus manos y hacer el secado de una manera más ergonómica y práctica.
- Con la toalla de microfibra recoge a tu mascota con las manos y comienza a secar preferentemente de arriba hacia abajo, primero las zonas generales y posteriormente las patas. Por último la cara y los oídos de forma suave.
- Ponle el albornoz de microfibra y déjale que disfrute!
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